Gracias por acompañarme en este espacio a través de la lectura, Con actitud sana, en esta ocasión quiero compartir una elaboración personal sobre mi labor diaria como mujer que también puede ser la tuya, por esa razón me expreso en plural.
Nuestra labor diaria como mujeres es otorgar valor a nuestro nombre, con cada acción, cada pensamiento,, cada sentimiento, cada emoción. Nuestro encanto esta dentro y lo dejamos impreso en cada uno de nuestros logros, por esta razón somos el cimiento de la familia. En lo personal es mi mayor logro y va situado en la cúspide de mi pirámide, porque de allí se desprenden los demás logros, incluso en lo profesional. Cuando la cúspide de la pirámide la ocupa otro factor en este caso el orden de los factores si altera el resultado, por esta razón la familia ocupa esta cúspide de la cual se desprende y se alimenta el resto.
Para nuestra vida debemos desear lo mejor y sentirnos siempre merecedoras de lo mejor, pregúntate; ¿cuantas veces has deseado lo mejor para ti?, pero ¿cuantas veces has sentido que no eres merecedora de lo mejor?, te invito a responderte a ti misma estas preguntas, porque ambas respuestas deben estar en sincronía, desear lo mejor y ser merecedoras de lo mejor en todo aspecto es la formula.
Crecer en unión con tus hijos y tu esposo (para quienes estamos casadas) es un aspecto fundamental de la vida de toda mujer, pues, cuando se hace familia se construye en equipo, edificando para obtener logros individuales y colectivos, pues los intereses de uno son los de todos, cuando se comparte en familia se desarrolla cada miembro y la familia.
El hogar es la fortaleza de toda mujer y desde el y con el movilizamos nuestro desarrollo y el todos sus miembros creciendo hacia el éxito. Con nuestra esencia las mujeres somos transformadoras de la sociedad, desde la familia; Criar, formar y educar a los hijos, apoyar al esposo retroalimenta el crecimiento personal y familiar, le dan valor a nuestro nombre, por esta razón cada vez que te levantes he inicies tu día sonríe, sonriele a cada cosas que tienes, a cada persona presente en tu vida, ten presente que con cada cosa, con cada persona edificas y llenas de grandeza tu vida y tu nombre.
Ya que, Cada vez que alguien te llama por tu nombre llama a tu grandeza. Recuerdalo siempre.
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